EL MALTRATO ANIMAL
Era un día bastante brumoso. Estaba en mi cama, cuando repentinamente mi madre en la habitación y me dijo que me fuera a casa de mi abuela a recoger a mi perro. Mientras iba por esas calles tan viejas, vi como una pareja cogía a un perro y lo lanzaba de arriba abajo como si fuera un juguete. Me indigné mucho al ver eso. No sabía qué hacer pero estaba claro que no me podía quedar de brazos cruzados así que decidí intervenir.
Mientras estaba hablando con uno, vi cómo la mujer le prendía fuego a la mascota y lo tapaba con una caja. Inmediatamente eché agua sin pensarlo. Lo cogí y salí corriendo lo más rápido posible. En ese mismo instante, llamé a la policía y a la protectora de animales para que ayudaran al pobre perro.
Cuando íbamos camino del veterinario, me interrogaron sobre lo sucedido. Estaba muy perdida y no sabía qué declarar.
El veterinario me dijo que el perro tenía quemaduras pero dentro de lo que cabía, estaba bien. Así que llamé a mi madre y le conté todo.
Cuando ella vino, decidimos adoptar al perro y seguir los tratamientos del veterinario para que mejorase. Y yo, estaré dispuesta a darle toda la atención y el cariño que se merece.
ELISABETH TAVKIN 3º B